domingo, 29 de julio de 2012

¿NUEVO CENTRO DE BARRIO?: UN ESPEJISMO.

Próximamente, durante el mes de septiembre, se nos anunciará a los vecinos del barrio la inauguración del Centro de Barrio de Mas LLuí. En apariencia dicho Centro al denominarse de Barrio y estar ubicado en Mas Lluí nos hace pensar que lo que se inaugurará será un equipamiento de carácter social que tendrá como beneficiarios principales a los vecinos/as y familias del barrio de Mas LLuí. Esperando todos que por fin después de tantos años Mas Lluí dispondrá de un espacio público de calidad, que hará posible la interacción social entre la vecindad , avanzar en su cohesión social, generar iniciativas y propuestas sociales y fortalecer su tejido asociativo.


Pero de la información que los responsables municipales han ido transmitiendo a las distintas entidades y redes sociales del barrio durante estos últimos días del mes de julio, no se puede deducir precisamente que aquellas aspiraciones puedan alcanzarse. En primer lugar, hay que señalar que este edificio de tres plantas, más una planta sótano, estará dedicado mayoritariamente a un equipamiento administrativo de carácter comarcal: al Archivo Comarcal del Baix Llobregat. Por lo que únicamente la planta baja se supone estará destinada al anunciado Centro de Barrio. En cuanto a esta planta los actuales responsables municipales han decidido que su parte central esté ocupada por una entidad ajena al barrio y a su dinámica social. Es una entidad privada también de carácter comarcal que se dedica a la investigación social: el Centro de Estudios Comarcales. La cual ocupará la mitad de los despachos y módulos de la planta y tutelará las dos grandes salas polivalentes contiguas. En cuanto al espacio restante otra entidad de naturaleza administrativa ocupará -se dice que en principio provisionalmente durante dos cursos- uno de los dos módulos existentes: el Consorci de Normalització Llinguistica.

Por tanto el espacio permanente del denominado CENTRO DE BARRIO DE MAS LLUI dedicado propiamente a los vecinos y vecinas de Mas Lluí y a sus entidades se reducirá a tan sólo al 10 o el 15 % de todo el espacio físico del edificio, o entre la cuarta y quinta parte de la planta baja; o sea, dos despachos compartidos y un módulo. En su conjunto representará un espacio físico incluso inferior al que las entidades de Mas Lluí ya disponían en el anterior local habilitado como Centro de Barrio en la C/ Frederica Montseny, 23. Por lo tanto, en un primer lugar, desde una perspectiva cuantitativa, denominarlo “de BARRIO” no puede parecer más que una exageración.

En cuanto a la calidad de espacio parece confirmarse lo que ya se sospechaba hace dos años y se anunció en este mismo blog. Así, se nos informa que el acceso a ese espacio público será limitada y la participación social en su gestión también. Los horarios de usos de sus espacios coincidirán con los impuestos por otras entidades ajenas al barrio (Centre Estudis Comarcales, Archivo Comarcal,..), y los usos de sus salas estará en función de la planificación del Departament de Cultura, siendo el Centre de Estudis Comarcales la única responsable de la gestión y la tutela general del Centro. Las entidades de barrio de Mas Lluí no intervendrán en esa gestión general, sino únicamente podrán realizar propuestas que la entidad gestora del centro someterá a su valoración, según la disponibilidad del espacio y criterios de uso y prioridades que se hayan preestablecido. Por lo que se prevé que las entidades y redes sociales del barrio que acepten trasladarse a dicho Centro asumirán un rol subalterno.

Se ha querido mostrar que la decisión tomada -unilateralmente por al Ayuntamiento sin participación ciudadana- obedece a una decisión de carácter meramente técnico. Lo cual no puede ser admisible pues en los ámbitos sociales y urbanísticos pocas decisiones son de naturaleza técnica y de consecuencias neutras. Consideramos que la decisión adoptada –y no puede ser de otra manera- es una decisión claramente política. Se decide, por un lado, abandonar el carácter social de los espacios públicos del barrio de Mas LLuí –como ha sido hasta ahora-; apostar por “entidades de confianza” ajenas al barrio en la gestión del nuevo espacio; y relegar a un papel secundario a las entidades y redes sociales del barrio -quizás por ser consideradas “imprevisibles” y/o “no fiables”- que se han ido creando durante estos últimos años en el barrio. Tejido social crítico que ha demostrado saber movilizarse y dar respuestas a las distintas arbitrariedades y decisiones dictadas desde las distintas instancias municipales cuando éstas ha sido consideradas lesivas para los intereses legítimos de los vecinos/as del barrio; y que también ha sabido construir pacientemente tejido asociativo y sociedad civil , en un proceso de empoderamiento vecinal que con distintas oscilaciones ha ido madurando paulatinamente.

En los últimos siete años el Centro Social de la C/ Frederica Montseny 23, -local que fue habilitado como Centro de Barrio hace unos 8 años- se ha convertido en un espacio gestionado socialmente por las mismas entidades, redes sociales y grupos del barrio, permitiendo generar dinámicas sociales enriquecedoras y críticas. Los responsables municipales de entonces siendo conscientes de ese carácter eminentemente social (de Barrio) del equipamiento público decidieron en coherencia que el equipamiento municipal estuviera bajo la tutela compartida del Departament de Participació Ciutadana y del Programa de la Dona del Ayuntamiento (dos departamentos sociales). Ahora, los nuevos responsables han tomado la decisión política de eliminar dicho espacio social y al nuevo espacio pendiente de inaugurarse darle un carácter esencialmente institucional y cultural. Eliminar el Centro Social gestionado por el mismo barrio, pretendiendo sustituirlo por un Centro Cultural dirigido y gestionado externamente.

Necesariamente, pues, en dicho espacio primarán fundamentalmente las acciones culturales de carácter institucional y las promovidas por el tejido asociativo cultural que acompaña al Departament de Cultura, en detrimento de las de carácter social y las que puedan promover con su limitada capacidad presupuestaria el tejido social propio del barrio. El Arhivo Comarcal, el Consorci de Normalització Lingüística, y otras entidades culturales del Departament de Cultura serán las que asumirán el rol de verdaderos actores (culturales) del Centro. Desplazando en capacidad de iniciativa a las entidades sociales de base y redes sociales críticas que se han ido constituyendo en el barrio gracias al CENTRO SOCIAL FREDERICA MONTSENY; reduciendo la presencia de éstas entidades y redes en un papel meramente testimonial y simbólico, esperando por parte del Ayuntamiento que acepten ser parte de un decorado, que justifique el nombre de “Barrio” del Centro, que se supone dedicado al Barrio de Mas Lluí.

Aún así, de todos modos, hay que reconocer que la vecindad de Mas Lluí se beneficiará de las posibilidades de poder ser usuarios y espectadores de los servicios y propuestas culturales ofertadas en el Centro Cultural / Archivo Comarcal, lo que en sí mismo no pude considerarse negativo sino todo lo contrario; pero no es admisible que sea a costa de menoscabar la posibilidad de seguir siendo actores sociales en su propio barrio ante la pérdida de espacio público de mayor calidad social. Se trata de aceptar un plato de lentejas (dos despachos y un módulo que representan el 10-15% del edificio) a cambio de ello. El Ayuntamiento espera que los vecinos/as de Mas Lluí acepten renunciar el Centro Social Frederica Montseny para el barrio.

Los responsables municipales así nos lo han confirmado. No tienen la intención de conservar dicho equipamiento público para el barrio; pues ya se ha tomado la decisión de apropiarse de él y rentabilizarlo económicamente, aunque sea a costa de su rentabilidad social. Se pretende alquilarlo para ubicar en él a otro organismo administrativo que no dará servicios directos a la vecindad -según informan será la Agencia Catalana de la Salud o Salud Alimentaria, que no hay que confundir con el Intitut Catala de la Salut-.

A la vista de perfil que se le ha dado al llamado Centro de Barrio, sigue siendo necesaria la existencia en Mas LLuí de espacios públicos, abiertos y accesibles para los distintos colectivos y grupos sociales del barrio. Sigue siendo necesario un verdadero CENTRO SOCIAL . El actual Centro Social Frederica Montseny ha cumplido y puede seguir cumpliendo ese objetivo. Espacio que debe seguir adaptándose y ser reformulado de acuerdo con las nuevas necesidades sociales. Los que vivimos en el barrio (y vivimos el barrio) y lo conocemos ya evidenciamos las carencias estructurales de espacios públicos para una población emergente de adolescentes y jóvenes en Mas Lluí. Colectivo de población que necesita disponer de espacios de socialización y de aprendizaje informal para una ciudadanía activa y responsable. No se trata de vestir un santo (necesidad de espacios culturales de la ciudad) desvistiendo a otro santo (necesidad de espacios sociales abiertos en el barrio).

Durante este último proceso los nuevos responsables políticos, en una política continuista de tomar decisiones urbanísticas al margen del vecindario, se han limitado únicamente a informar sobre lo que han decidido, y dos meses antes de la inauguración. Lo que reduce a mera retórica compromisos electorales declarados como el de “dialogar y colaborar con las entidades del barrio para mejorar colectivamente la calidad del espacio público, la convivencia y la actividad social.” Los diálogos necesariamente han de ser abiertos y no pueden estar cerrados a priori, y el resultado perseguido ha de ser la mejora de la calidad social del espacio público y no lo contrario. Un proceso de toma de decisiones sin que haya habido interés de habilitar un proceso participativo real. Incumpliendo así, además, lo dispuesto por la Ley para la Igualdad, en su art. 31 , “ Las políticas urbanas … tendrán en consideración las necesidades de los distintos grupos sociales y de los diversos tipos de estructuras familiares y favorecerán el acceso en condiciones de igualdad a los distintos servicios e infraestructuras urbanas.” .

Los vecinos/as y familias de Mas Lluí no deberíamos aceptar la pérdida irreparable de un equipamiento público. Precisamente de equipamientos sociales de proximidad - como todos sabemos- no estamos precisamente sobrados, y cuya pérdida será difícil de reponer en muchos años, a la vista del contexto económico y las perspectivas futuras presupuestarias de las administraciones públicas. Las entidades y redes sociales del barrio de Mas Lluí no deberían caer en el espejismo que se quiere presentar con la inauguración del infundadamente denominado CENTRO DE BARRIO DE MAS LLUI. De lo que se trataría es de añadir equipamientos al BARRIO, pero no a coste de eliminar otros. Y que en este caso puede realizarse un balance social entre lo que nos dan y lo que nos quitan de negativo.

SI queremos en Mas Llui a un Centro Cultural para la ciudad, pero NO a costa de perder un Centro Social para el Barrio, y a resignarse a soportar sus impactos sociales negativos. Lo cual pone nuevamente en actualidad el eslogan aireado en los últimos años en el barrio: NO A LA RECALIFICACION URBANISTICA y SI A LOS EQUIPAMIENTOS.

Por parte de la red de vecinos y vecinas de Mas Lluí promotoras de iniciativas sociales en el barrio de Mas Lluí (Plataforma Mas Llui Sostenible, Dones de Mas Lluí, Festa de “El Niu”, Talleres de salud, Families de Mas Llui, Catifa Verda, Espai de Mares, Talleres familiares,…) no estaremos de acuerdo en la pérdida de ningún equipamiento social en el barrio, y por tanto de la pérdida del CENTRO SOCIAL FREDERICA MONTSENY..