Según informa el Ayuntamiento a través de su web las obras del Centro de Barrio de Mas Lluí, interrumpidas desde hacía meses, han podido ser reanudadas este mes de enero, estimando el término para su ejecución en 14 meses. Por lo que es posible que durante el primer trimestre del 2011 el barrio de Mas Lluí pueda ya disponer de un CENTRO DE BARRIO adecuado, que responda a las aspiraciones de desarrollo social y cultural de sus vecinos y vecinas, y que sea un instrumento útil para consolidar y desarrollar su modesto tejido asociativo.
Si finalmente se cumple el anterior término de ejecución, tras trece años de existencia del barrio de Mas Lluí, este finalmente podrá ver hecho realidad un equipamiento deseado por todos desde hace largo tiempo. Hasta ahora las familias sólo han podido contar, y desde los últimos cinco años, con un pequeño local en unos bajos de la calle Frederica Montseny, que fueron habilitados provisionalmente como centro de barrio. A pesar de las limitaciones de espacios y de sus posibles usos, sin duda ha resultado ser útil socialmente, por su fácil accesibilidad -al no haberse dado casualmente la rigidez propia de cualquier edificio administrativo- y por haber seguido un modelo de gestion social del que se ha corresponsabilizado la sociedad civil.
Su impacto social ha sido positivo ya que ha posibilitado el intercambio social y crear entre el vecindario redes sociales, como también la posibilidad de impulsar distintas propuestas y proyectos comunitarios, como los llevados a cabo por las mujeres del barrio organizadas entorno a la Assoc. Dones de Mas Lluí, y que no sólo han ido dirigidos a la mujer sino también a la infancia y a las familias del barrio (talleres de salud, proyectos cooperativos de consumo, la Festa de EL NIU con ocasión del día internacional de la familia, etc,...).
Las entidades sociales existentes en el barrio como el Ayuntamiento deberían tener en cuenta esa experiencia, que ya ha ayudado a conformar parte de la corta historia del barrio de Mas Lluí, y en consecuencia comprometerse conjuntamente a que el edificio que se está construyendo esté finalmente a la altura de las exigencias sociales; es decir, que el centro esté en función del barrio y no que el barrio tenga que estar en función del centro (de un edificio) previamente diseñado al margen de las necesidades de sus usuarios.
Para ello, deberían abrirse espacios de participación y de comunicación entre los distintos agentes implicados, para poder anticiparse a los posibles obstáculos que pudieran comprometer su futuro. Como pudieran ser, entre otros, los derivados de la presencia dominante del Archivo Comarcal, que como edificio administrativo que envuelve al Centro de Barrio pudiera comprometerlo como espacio creador de oportunidades sociales y culturales; o que imprudentemente se apueste por imponer un modelo de gestión al margen de la sociedad civil, no participativo, que la excluya como coprotagonista en el proceso de construcción social del barrio y de su historia; etc…
